domingo, 9 de septiembre de 2007

El efecto mariposa




Llevo un rato ante el ordenador, sin saber exactamente de que me apetecería escribir pero sabiendo que quería escribir algo. Al final, rebuscando entre mis recuerdos, he encontrado una reflexión que quizás os parezca interesante (y en caso contrario, no podéis impedir que la ponga*).


La historia comienza con vuestro humilde escritor caminando y sumido en pensamientos más bien derrotistas y desagradables que no vienen al caso por razones que no vienen al caso. Caminaba por una de las calles de mi ciudad malhumorado y triste. Sobre todo triste.


¿Cuál no sería mi sorpresa cuando apareció de la nada una mariposa? Lo cierto es que contado, no parece tener nada de excepcional. Sin embargo, era la primera vez que encontraba a uno de esos frágiles insectos en esa zona (que no destaca precisamente por la cantidad de parques, sino de polución) y la visión de algo tan inesperado, frágil y bello me distrajo por lo que quedaba de tarde de mi melancolía. Desapareció en seguida, revoloteando y probablemente atontada por el humo de los coches.


Y aqui, de aquí viene mi reflexión de hoy.


La belleza puede asaltarnos en los momentos más inesperados, en los más tristes. Puede estar al doblar una esquina en un graffiti, al alzar la vista al cielo en unas nubes y el fuego del atardecer. Se puede esconder en una melodía que hay suelta por la calle, en el rostro de una persona, en un bebé que al pasar en su carro nos dedica una sonrisa inocente. Sea cual sea la razón, sea cual sea la forma, esta belleza inesperada puede actuar como un bálsamo. ¿Había visto alguien más la mariposa? ¿Importaba? No, lo importante es que yo, allí y en ese momento, me la había encontrado agitando las alas y provocando huracanes.


Así se me calmó la mente y se me escapó una sonrisa. Así pude pasar una tarde agradable, totalmente relajado. ¿Cuántas otras veces (pues no era la primera vez que caminaba por esa calle sumido en el cenagal de mis ideas menos alegres) me perdí otros espectáculos, otros bálsamos, otros pequeños milagros sanadores? Unos días más tarde, probé a levantar la vista y me encontré con que habían florecido las macetas en las farolas. Púrpuras y blancas, las flores se abrían ligeramente por encima de nuestras cabezas derramando su belleza sin pedir nada a cambio. Otra vez me fijé en lo bonito del atardecer entre los altos bloques de pisos, en el reflejo de las nubes en una ventana.


Quizás demasiado a menudo estamos ciegos a los pequeños detalles que nos rodean, a detalles que podrían darnos paz y a quienes no prestamos atención. La vista pasa sin fijarse por el telón de fondo de nuestro día a día e ignora, sin quererlo, las pequeñas diferencias: para bien o para mal. En nuestras ciudades, nos acercamos a la belleza de modo planeado. La buscamos en eventos, en museos, se avisa con antelación. Levantamos los ojos sólo cuando sabemos que habrá fuegos artificiales.


Pero acaso buena parte de la hermosura de esta "belleza imprevista" no reside en que no es buscada, en que la belleza ha venido a ti sin que seas consciente y que la tienes ante tus ojos, abierta, libre. Es entonces cuando sorprende, cuando nos distrae de lamernos las heridas o buscar desafíos. Es un regalo del azar, un milagro agnóstico...


A veces pienso en cómo me gustaría entrar en ese juego, ayudar a otros a encontrarse de repente algo bello del Arte o de la Naturaleza de forma sorprendente. A veces pienso cómo disfrutaría aprendiéndome poemas y declamándolos por la calle a quienes viese con rostro cansado y sin demasiadas prisas; pienso en cuán hermoso sería recitar mis relatos a una audiencia casual y a quienes no conozco de nada.


Por supuesto, sé que es complicado e incluso irrisorio creer que la gente se fijaría en ello sin encontrarlo como una simple curiosidad estúpida. Sin embargo, puede también que un par de personas encontrasen un descanso en sus problemas como yo lo encontré en aquel insecto. Cuán poco nos fijamos en el telón de fondo de nuestro mundo. ¿Cuántas mariposas han pasado por delante de nuestras narices y nuestras mentes ofuscadas? ¿Cuántas veces nos perdemos estas pequeñas exhibiciones?


Ahora, creo que podemos explicar de otra forma el efecto mariposa: "El aleteo de una mariposa en la calle puede desatar cientos de pensamientos y otras formas de ver detalles en la vida". A veces, para encontrar una pequeña alegría basta con alzar la vista al cielo.


2 comentarios:

Aighash dijo...

Últimamente veo demasiada belleza a mi alrededor y no puedo disfrutar de ella. Exámenes, trabajos, sueño, estrés. No sabes lo horrible que es tener que fijar la vista en una página donde te explican las teorias del arte y la evolución del concepto de belleza y no tengo tiempo ni de regar mis plantas y cualquier polilla que pasa me quedo embobada en un ensueño pensando: hum, que raro que todas se vengan a morir en mi cuarto...

La verdad es que en mi caso me paso el día en un mundo paralelo mirando las plantitas de la calle xD, si no que te lo diga Irenicus, que se hartó de verme mirando los ficus de Málaga. Igual tendría que bajar de mi nube aunq no me gusta XD. El otro día fui al banco y la mujer allí contándome: pues si necesitas otra targeta... bla bla bla...
y Ari mirando los caramelos a su lado... ahí O__o grrr... hasta que... acaba de hablar y yo: hum... una cosa... me... me das caramelos?
Moreloth se quedó flipando XD, dice que esto solo lo habría preguntado una cría o Ari XD.
Jop, no puedes estar triste Andrés.Yo no tengo prácticamente nadie con quien salir a los conciertos que me interesan, ni voy a la playa estando cerca de mi casa, ni puedo viajar casi nunca, pero soy feliz ^^ y no suelo pensar en cosas tristes.

Bueno, tengo sueño igual por eso soy tan feliz. Nos vemos ^^.

(Aighash)

Avius dijo...

Oh, vamos... como bien discuti con una amiga hace tiempo, la felicidad es relativamente accesible. Tengo razones de sobra para ser feliz, pero no lo soy. Tengo razones de sobra para alegrarme cada dos por tres, pero no siempre estoy alegre. De todos modos, el asunto de la mariposita fue aproximadamente hace un par de meses. Es sólo que me vino a la mente y me resultó bastante interesante la idea: la belleza asaltandote en plena calle XD

Un saludo